¿Cuánto Cuesta Incinerar a Una Persona en Los Estados Unidos?
Cuando llega el momento de decidir el destino final de nuestros seres queridos tras su muerte, tenemos que considerar muchos aspectos: las tradiciones familiares, nuestras creencias religiosas, y también los costos y el impacto ambiental.
Aunque durante siglos el entierro fue el procedimiento más tradicional, en décadas más recientes se ha vuelto mucho más común incinerar a las personas fallecidas.
De acuerdo con el reporte publicado por la Asociación Nacional de Directores Funerarios (NFDA, por sus siglas en inglés), el 56 por ciento de las personas fallecidas en los Estados Unidos en el año 2020 fueron incineradas y no enterradas. Esta tendencia a preferir la cremación sigue en aumento.
Una de las razones es económica: un entierro suele ser mucho más costoso y complicado; en promedio, puede costar cerca de 9,000 dólares, incluyendo la mayoría de los servicios.
En el caso de una cremación, los costos son sensiblemente inferiores, además de presentar otras ventajas.
De acuerdo con hogares funerarios que ofrecen servicios de cremación en diferentes lugares de los Estados Unidos, el costo promedio suele oscilar alrededor de los 895 y los 1,095 dólares, dependiendo de la ciudad y el estado.
Estas cifras normalmente aplican al costo básico de la cremación directa, es decir: sin embalsamar, ni realizar una ceremonia funeraria. Si por alguna razón requiere embalsamar al difunto, va a enfrentar un gasto más.
Costos adicionales que se pueden presentar
Por ello debe considerar cuidadosamente otros servicios adicionales que pueden aumentar el precio final.
La familia, por ejemplo, puede desear un féretro o ataúd tradicional. Aunque el costo de un ataúd es variable, lo cierto es que siempre será mucho más costoso que un contenedor alternativo.
Los contenedores alternativos son recipientes para transportar e incinerar a los difuntos, y han ganado aceptación lentamente ya que son más económicos y tienen un menor impacto en el medio ambiente. No dejan de ser dignos de la persona fallecida por ser menos costosos o elaborados.
Pueden ser de madera no pulida, de cartón resistente, o una mezcla de materiales livianos, económicos y biodegradables; o de fibra vulcanizada, que es un material procesado industrialmente reciclando papel, cartón y desperdicios de madera
Estos contenedores pueden ser muy económicos. Según la guía de costos de algunas compañías, un contenedor de cartón simple puede costar apenas unos 20 dólares.
Otros contenedores biodegradables de bajo costo pueden costar entre 135 y 300 dólares, lo que representa un ahorro considerable si se compara con el precio de un ataúd tradicional.
Otro aspecto importante y que puede elevar los costos asociados con la incineración es la urna, destinada a conservar las cenizas.
Hay toda clase de urnas, desde unas simples y económicas para transportar las cenizas hasta el lugar donde serán esparcidas, hasta otras más elegantes y lujosas en caso de que la familia quiera conservar los restos de su familiar en un lugar especial de su residencia, en un panteón familiar, o en un hogar funerario.
Mientras un recipiente para transportar las cenizas puede ser muy económico, una urna de metal, de granito o mármol puede costar cientos o miles de dólares.
También tiene que considerar los costos de transporte de la persona fallecida desde la morgue, el hospital o la funeraria hasta el lugar de la cremación, ya que algunas funerarias no ofrecen el servicio de incineración.
En algunos casos ocurre que sea necesario conservar el cuerpo bajo refrigeración por algunos días en espera de autorizaciones, permisos, documentos legales o la llegada de familiares que quieran verlo por última vez. Considere que este servicio puede representar un costo adicional.
Si por circunstancias extraordinarias la familia tiene que retirar el cuerpo a altas horas de la noche o madrugada, puede incurrir en otro gasto.
Algunas compañías de cremación incluyen el servicio de arrojar las cenizas en el océano de acuerdo con las normas ambientales, y le entregan una descripción del lugar exacto donde esto se realiza. En muchos casos está incluido en el costo, pero otras veces no, así que asegúrese de preguntarlo antes de aceptar los servicios.
Si los familiares no asisten a la cremación, la compañía se encarga de enviar las cenizas por correo certificado. Esto está incluido por la mayoría de los proveedores en Estados Unidos, pero si el envío es a ciudades por fuera del país, podría ser un poco más caro.
Independientemente de la decisión que tomen los familiares para disponer del difunto, lo cierto es que un entierro, una cremación o cualquier otra alternativa puede representar un gasto inesperado y elevado para muchas personas. Por eso una de las maneras de prepararse para esto es con un programa prepagado.
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